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“No es el arco ni la flecha, es el indio”: ¿Cómo evitamos caídas en bicicleta?

“No es el arco ni la flecha, es el indio”: ¿Cómo evitamos caídas en bicicleta?

Si tienes treinta o más, has visto una buena parte de la evolución del ciclismo en términos de seguridad y perfeccionamiento de habilidades. Algunos recordarán a Lance Armstrong compitiendo en el Tour de Francia sin casco, o ver el mítico blog de Ibon Zugasti con muchas fotos, también sin casco. Estos dos ejemplos normalizaban la práctica del ciclismo sin el equipo de protección como algo bueno. En mayo de 2003 la UCI (Unión Ciclista Internacional ) obliga a todos los profesionales a utilizar el casco, como un resultado de la muerte del ciclista kazajo Andrei Kivilev. Andrei falleció tras sufrir una grave caída en la segunda etapa de la competencia París-Niza.

Hemos evolucionado muchísimo desde esa época. Las bicicletas, las velocidades y las condiciones de cada ciclista son tan diferentes a esa época que la protección se volvió indispensable.

De hecho, cada vez queremos más. Por ejemplo, los campeonatos de XC (Cross country) están evolucionando a una nueva disciplina: el Down Cross Country. Esto es muy bueno para el deporte, ya que cada vez tenemos más opciones y desafíos. No obstante, esto también conlleva más riesgos y ya no solo la protección adecuada es suficiente para salvaguardar la integridad de los ciclistas. Ahora las habilidades del atleta toman un rol fundamental en la seguridad.

Esto no aplica solamente a los profesionales. En realidad, es especialmente importante para los ciclistas recreativos.

Gracias a la pandemia tenemos un auge de venta de bicicletas, lo cual se traduce en una cantidad de ciclistas nuevos sin precedentes en las calles o bike parks. Además, tenemos los ciclistas quienes se han formado a través de la experiencia (con base en moretes, raspones y alguna que otra lesión), pero no necesariamente con la técnica adecuada. A estos factores se suma la topografía de Costa Rica, donde cada salida involucra como mínimo una montaña. Por consiguiente, tenemos la necesidad de perfeccionar la técnica para lograr una experiencia más segura.

Basta con una salida un domingo por la mañana para encontrar la evidencia de lo que acabo de mencionar. Entre los ejemplos comunes se encuentran los ciclistas quienes bajan viendo la llanta delantera, los que no sueltan los frenos (y cada 5 kilómetros cambian las pastillas de sus bicicletas), los que bajan sentados, los que bajan con los pedales verticales, entre muchos otros que comprometen seriamente su seguridad.

La mayoría de los accidentes no suceden por falta de equipo de protección, o debido a lo “básico” de la bicicleta. En la mayoría de los casos, los accidentes suceden por la falta de habilidades del ciclista. Habilidad no significa necesariamente evitar el accidente (esto no siempre es factible), si no salir “del enredo” lo mejor librado posible.

“No es el arco, ni la flecha, es el indio”. En el ciclismo profesional, el éxito se debe un 90% al ciclista y solo un 10% depende de su bicicleta y equipo. En los ciclistas recreativos esto cambia: el ciclista representa un 70% y la bicicleta junto al equipo un 30% en la capacidad de pasar con éxito y seguridad por una ruta.

¿Qué quiere decir esto?

Quiere decir que adquirir bicicletas de alta gama puede ser muy emocionante. Sin embargo, estas realmente no contribuyen de forma significativa a nuestro rendimiento y seguridad. La mayor parte depende del ciclista en todos los niveles.

En muchos casos gastamos más en nuestras bicicletas que en el mayor rubro para tener “más seguridad” a la hora de ir de “ride”. Es decir, no invertimos lo suficiente en nuestro equipo de protección y en perfeccionar nuestras habilidades como ciclistas.

Aprender es un proceso y viene con golpes, raspones y una que otra lesión. Por eso, es recomendable acudir a personas con experiencia para que nos enseñen a mejorar nuestras habilidades y llevarlas al siguiente nivel de forma más eficiente y orgánica. Con la preparación correcta, no nos vamos a sustar en las curvas en un bike park o las bajadas del volcán Irazú.

En conclusión, antes de comprar una bicicleta de alta gama, deberías invertir en un excelente equipo de protección y en lecciones para mejorar su técnica.  ¡Eso hará toda diferencia!

Así que, es buen momento para iniciar la mejora de tu técnica. Aquí en Costa Rica tenemos muchas opciones, en particular puedo contarles mi experiencia con CR Gravity Trails. ¡Pero eso será en otro post!

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