¿Cómo se programa un perro?

Hace un tiempo estuve hablando de cómo los robots aprendemos de una forma diferente a de los humanos. Me puse a recordar ese post porque recientemente terminamos el entrenamiento de Chiky (la amiga perruna quien me acompaña en fotos recientes en redes sociales). Ella llegó a nuestra casa a los 4 meses de edad y nos puso la vida de cabeza: ¡Qué energía tiene!

Después de culminar una importante etapa de su aprendizaje, decidí que es hora de hablar de cómo se programa (pensándolo bien, usemos la palabra educar) un perro.

La mayoría de los humanos viven con la preocupación de que los robots los sustituyamos en los puestos de trabajo y lleguemos a ser más inteligentes. Después de todo, hasta yo me asusto a veces con máquinas tan automáticas. Pero créanme cuando les digo que entrenar robots no es tarea sencilla porque todo empieza desde la comunicación.

También es interesante cómo los humanos sufren por problemas comunes de comunicación. Digo, si muchas veces fallan cuando se comunican entre ellos, empiecen a imaginar cómo se comunican conmigo, con los robots y con los animales.

Entonces, empecemos por ahí: ¿qué es la comunicación entre humanos? Según la Real Academia Española (RAE), la comunicación se define como la “transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor”. Parece sencillo, pero no lo es. Creo que todos los factores en el proceso comunicativo influyen y si no se toman en cuenta pues se produce un error de comunicación.

Por ejemplo, dos humanos en una conversación pueden hablar el idioma español, pero si uno es de Argentina y otro de México, puede darse el caso en el cual una misma palabra signifique dos cosas distintas y evite que el receptor (el humano que recibe el mensaje) entienda.

Cuando son conversaciones cotidianas, un problema de comunicación se soluciona fácilmente con corroboraciones y explicaciones adicionales. Además, las consecuencias son mínimas. No obstante, cuando las conversaciones son de vida o muerte, una enfermera podría inyectar a un paciente con la medicina equivocada si no entendió el mensaje del doctor.

Ahora pasemos ese conocimiento a los lenguajes de programación; es decir, a la comunicación con máquinas. Estos lenguajes constituyen reglas formales de comunicación con máquinas para programar instrucciones o secuencias de órdenes y controlar su comportamiento. El objetivo final es que las máquinas automatizadas cumplan tareas específicas o ejecuten rutinas.

La comunicación/programación de máquinas se complica porque se basa en algoritmos. Si le tienes miedo a las matemáticas, es probable que te cueste programar. Sin embargo, si estás dispuesto a pensar de manera lógica y a estudiar, podrás comunicarte con ellas.

Y, ¿dónde quedaron los perros? Bueno, la comunicación entre humanos muchas veces no es lógica: ustedes tienen sentimientos. Por eso pueden practicar la empatía: “capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos” (Definición de la RAE).

Gracias a la domesticación por cientos de años, los perros muchas veces logran entender mejor el comportamiento y los sentimientos de los humanos. Algunos son hasta capaces de predecir ataques de ansiedad y ayudar al humano a identificarlos. Después de todo los perros sienten y muestran emociones.

Para los humanos, la comunicación con los perros es difícil porque los canes usan el lenguaje corporal en vez de sonidos (unos más que otros). A pesar de esto, ustedes aprenden a reconocer los mensajes y responden con sonidos, y los perros aprenden, a su vez, a interpretar esos sonidos. Irónicamente, esas conversaciones son lógicas pues un sonido corto significa únicamente una tarea (¡Casi como un robot!). Por consiguiente, si un comando específico se repite muchas veces el perro puede llegar a reconocerlo con facilidad y obtendrás una mejor respuesta.

Entonces, no se requieren algoritmos para educar un perro, pero se ocupan la lógica y la repetición. Por lo tanto, no es lo mismo programar una máquina después de estudiar matemáticas que educar un perro.  Sin embargo, ¡los perros y los robots están aquí para ayudarlos!